Santa Maria Chi
Santa María Chí tiene aproximadamente 500 habitantes, mientras que las mega granjas porcinas pueden albergar a más de 50 000 animales. La comunidad comenzó a sentir los impactos negativos cuando la granja pasó de ser pequeña a enorme. Ya no podían beber el agua ni usarla en general, y notaban un hedor insoportable.
La granja quemaba estiércol de cerdo y la gente desarrolló enfermedades respiratorias, incluida la bronquitis. El asma de los niños que padecían esta enfermedad empeoró. El Ministerio de Salud (en Mérida) afirmó que no era de su competencia abordar la situación después de que se presentara una denuncia oficial. La vegetación alrededor de la megagranja se secó, mientras que el agua contaminada dañó la «milpa» (modelo de agricultura tradicional en Mesoamérica) de la comunidad.
Los residentes locales establecieron un campamento en mayo de 2023 para protestar contra el funcionamiento de la megagranja, liderados por Wilberth Nahuat Puc, el comisionado maya de la localidad. En respuesta, las familias propietarias de la empresa local Kekén presentaron dos demandas contra Wilberth Nahuat Puc, acusándolo de presunta privación ilegal de libertad y secuestro. Fue condenado a una restricción de distancia de 300 metros durante varios meses, pero su casa se encuentra a poco más de 45 metros de la megagranja.
El proceso judicial contra Wilberth Nahuat Puc lleva más de dos años en curso. El comisionado ya se ha enfrentado a una audiencia, pero el proceso se ha suspendido varias veces y sigue abierto. Tras dos años de lucha, la mega granja ha sido cerrada definitivamente. Sin embargo, los animales aún no han sido retirados.
Se trata de una victoria poco habitual para las comunidades que exigen que se respete su derecho a un medio ambiente libre de contaminación. Sin embargo, existe la preocupación de que los cerdos puedan ser trasladados a otra granja propiedad de las mismas familias, situada en la Reserva Ecológica de Cuxtal.